La cuestión estaba en empezar, me lo decía una y otra vez mientras sabía, en el fondo, que pensando sentada en la mesa de la cocina no iba a llegar a ningun lado.
Así que me decidí, y me moví hasta el living.
No voy a llegar a ningún lado tampoco, pero al menos vi de lejos la computadora y, valientemente, despues de pensarlo por varios meses (o fueron años?)... decidí acercarme hasta el teclado, una vez más, y escribir.
Claro que aquí hay otro inconveniente... y es que no puedo escribir nada más que la crónica de cómo, entre lamentos, lágrimas y sufrimiento llegué de la cocina hasta el comedor. Claro que antes de juzgarme no habria que perder de vista qué pasa en la cocina, y obvio... qué pasa en el comedor.
Cocina: lugar con heladera, donde se lavan los platos, se preparan desayunos para todos mientras ellos duermen unos diez preciados minutos más, lugar donde se toman mates y se piensa. Un espanto.
Comedor: o living en mi caso, lugar donde está la tele más grande de la casa, donde se recibe a la gente que viene (cuando viene), lugar donde está la computadora y antaño, internet.
Así que como acabo de demostrar fehacientemente, no es cosa menor pasar mentalmente de la cocina al living.... aunque suene al idolo y yendo de la cama al living me haya sacado el titulo, esta es la introducción de lo que les voy a contar, si me escuchan, en los próximos días.